El complejo Dentino-Pulpar.
El complejo Dentino – pulpar es un sistema organizado de tejidos que trabajan como una sola estructura y donde cada uno se mantiene en función del otro.
Este complejo Dentino – pulpar está formado por dos componentes principales que son: la dentina y la pulpa.
Esta relación tan estrecha y sinérgica entre estos dos tejidos se ve reflejada de la siguiente manera:
La pulpa mantiene un contacto íntimo con la dentina y cualquier alteración de la dentina se ve reflejada en el tejido pulpar.
La pulpa mantiene su vitalidad mientras se encuentre protegida por la dentina y la dentina puede repararse gracias a la pulpa.
Las células formadoras de dentina se encuentran dentro de la pulpa.
La formación de dentina es la primera función de la pulpa.
La defensa del tejido pulpar se hace principalmente mediante la formación de dentina.
Pulpa:
La pulpa es un tejido conectivo laxo muy vascularizado e inervado ubicado en el interior de los dientes, en la cavidad pulpar.
La pulpa es un tejido blando de origen mesenquimatoso, con células especializadas como son los odontoblastos, los cuales se encuentran dispuestos periféricamente en contacto directo con la matriz de la dentina. La relación que se establece entre los odontoblastos y la dentina es lo que se denomina complejo dentino-pulpar y es una de las razones por las cuales la pulpa y la dentina se deben considerar como una unidad funcional. [1]
La pulpa esta formada por un 75% de agua y un 25% de material orgánico, constituido por células, fibras colágenas y sustancia fundamental.[2]
Componentes estructurales de la pulpa:
Células de la pulpa:
Odontoblastos.
Fibroblastos.
Células de defensa.
Células mesenquimatosas indiferenciadas.
Odontoblasto:
Es una célula secretora que produce la matriz orgánica de la dentina.
Se localiza en la periferia de la pulpa formando una capa de células.
Anatómicamente el odontoblasto tiene una prolongación celular que es el extremo secretor de la célula y este se ubica dentro de la dentina.
El odontoblasto diferenciado es una célula secretora altamente polarizada responsable de la deposición de dentina. Una vez diferenciado, no puede volver a dividirse por lo que se le considera como una célula terminal.[3]
Fibroblastos:
Es la célula más abundante de la pulpa, se encuentran en su mayoría en la pulpa coronal en la zona rica en células.
Células mesenquimatosas indiferenciadas:
Son células de reserva por su capacidad de diferenciarse en odontoblastos y fibroblastos. Estas células disminuyen con la edad.
Zonas morfológicas de la pulpa:
Capa Odontoblastica.
Capa sub odontoblastica o de Weil
Zona rica en células.
Pulpa propiamente dicha
Funciones de la pulpa:
F. Nutritiva
F. Sensitiva.
F. Defensiva.
F. Formativa
Dentina
La dentina es un
tejido intermedio, más blando que el esmalte. Es el segundo tejido más duro del
cuerpo. Es amarillento, y su alto grado de elasticidad protege al esmalte
suprayacente contra las fracturas. Está estrechamente vinculada a la pulpa
dentaria, cuyas células especializadas, los odontoblastos, la elaboran dejando
en su estructura sus prolongaciones citoplasmáticas o prolongaciones
odontoblásticas. Además de los componentes citoplasmáticos , la dentina está
constituida por una matriz colágena calcificada, compuesta principalmente por
colágeno tipo I y proteínas dsp (5% a 8%) y dpp (50%), atravesada por
conductillos o túbulos dentarios desde el límite pulpar hasta esmalte en corona
y cemento en raíz. La Dentinogénesis es el proceso de formación de dentina por
el órgano dental.
La dentina es
radio-opaca por su relativamente alta impregnación de sales minerales. Su color
es amarillo, y la elasticidad es una capacidad de la que goza este tejido y que
depende de la estructura orgánica y contenido en agua. Se compone en un 65% de
materia inorgánica (hidroxiapatita de calcio), en un 25% de materiales
orgánicos y en un 10% de plasma acuoso. La sustancia orgánica es en su mayoría
colágena I acompañada de proteoglucanos y glucoproteínas.
La dentina es
producida por los odontoblastos, que se ubican entre la dentina y la pulpa
dentaria, y que conservan su relación con la dentina durante toda la vida del
diente, pudiendo ésta autorrepararse. La dentina presenta los canalículos
dentarios , que contienen las prolongaciones citoplasmáticas de los procesos
odontoblásticos.
La dentina también se
forma en segmentos de 4 a 8 mm, por lo que se presentan al microscopio líneas,
llamadas líneas de Owen, análogas a las líneas de Retzius.
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